En los mercados de comida alrededor de Shanghai, el precio de la carne y las verduras se ha elevado al menos un 50% en el pasado año, repartiendo enojo entre los compradores más pobres que gastan hasta la mitad de sus ingresos en comida.
En algunas partes de China, el precio de los alimentos básicos se ha duplicado y los compradores en la sureña ciudad de Shenzhen han cruzado incluso la frontera con Hong Kong para comprar sus provisiones diarias. En la internet de China, el caracter chino "Zhang", que significa "inflar", ha sido elegido como la palabra del año.
Ahora, un invierno congelante está amenazando con empujar más hacia arriba los precios de los alimentos y materias primas mundiales tales como el cobre ya han sobrepasado niveles record, una combinación que augura más inflación.
"Si hay recuperación en Occidente, y los precios mundiales de las materias primas siguen subiendo, eso prodría alimentar problemas en China," dijo Li Wei, un economista del Standard Chartered, con sede en Shanghai. "No me sorprendería ver la inflación tocando el 7 u 8% en la primera mitad del año."
En respuesta, dijo el señor Li, el gobierno chino haría todo lo posible. "El gobierno ha sido bastante cauteloso hasta ahora, pero no tendrá opción más que la de enfocarse en el avance de la inflación. Al menos cuatro subas más de las tasas de interés y significativos controles en los préstamos bancarios, particularmente en enero, son requeridos," dijo.
Otros economistas expresaron preocupación de que las autoridades lo hayan dejado ya para muy tarde. Diana Choyleva, de Lombard Street Research en Hong Kong, dijo que China estaba "detrás de la curva" respecto a tomar medidas para con la inflaciónin y ahora se arriesga a un aterrizaje forzoso en 2011".
La línea oficial del Partido Comunista es que la inflación llegará a 4% este año, y que la "capacidad del gobierno de combatir la inflación es bastante fuerte".
Detrás de bambalinas, sin embargo, funcionarios con pánico han ya liberado grandes partidas de las reservas de alimento del gobierno para calmar los precios. El Ministro de Asuntos Civiles también ha ordenado medidas de emergencia para ayudar a los pobres chinos a lidiar con la inflación en el período del Nuevo Año chino, una festividad nacional clave.
Mientras tanto, Wen Jiabao, el primer ministro chino, ha dado el raro paso de aparecer en radio para dar confianza al público. "Puedo decirles a todos, que el gobierno tiene plena confianza en sortear esta circunstancia difícil junto con las masas," dijo el señor Wen.
Respondiendo al malestar de los compradores respecto a la suba de los precios, el señor Wen agregó: "En efecto, recientemente los precios han subido en todo el país y bajo estas circunstancias las vidas de las clases media y baja son evidentemente más difíciles."
La inflación sigue siendo un tema profundamente emocional y político en China y el Partido Comunista está vivamente conciente de que períodos de alta inflación han causado disturbios en el pasado. La inflación es ampliamente culpada por haber ayudado a fogonear el levantamiento popular que condujo a las protestas de Tiananmen Square en 1989.
"Desde que era chico me contaban que una de las razones por las que los Comiunistas llegaron al poder es porque el anterior gobierno nacionalista había causado hiperinflación," dijo el señor Yu de Goldman Sachs. "A principios de la década de los '90 vimos la inflación llegar al 24 o 25%. Si llegamos a tener esa inflación de nuevo, creo que es bastante claro que algunos altos funcionarios serán obligados a renunciar," añadió.
Dos encuestas recientes, una por un comité de expertos del gobierno y otra por el Banco Popular de China, han revelado que la inflación ya está causando profundo resentimiento. De acuerdo al Social Blue Paper de 2011 de la Academia de Ciencias Sociales de China, los residentes en ciudades más pequeñas y en las zonas rurales están especialmente disconformes con sus vidas, a pesar de su ingreso per capita crece un 9.7% neto de inflación.
Un cuestionario entregado a 20.000 clientes de bancos en 50 ciudades también detectaron la misma tendencia, con el 74% de los encuestados diciendo que los precios en China son ahora "intolerablemente altos".
Durante el último ciclo inflacionario de China, el gobierno atacó el asunto de una manera extremadamente agresiva, subiendo las tasas de interés ocho veces por un total de 189 puntos básicos, o 1.89%, en un período de 21 meses desde abril 2006 hasta diciembre 2007. Sin embargo, la inflación continuó aumentando, llegando a un pico en febrero 2008 de 8.7%. "Creo que podríamos ver una repetición de eso," admitió el señor Yu.
Adicionalmente, China es posible que imponga mayores ratios de reserva sobre sus bancos y permita que su moneda se aprecie para frenar la amenaza de ingresos de "dinero caliente" de especuladores extranjeros buscando tomar ventaja de la relativa debilidad del yuan y de las atractivas tasas de interés.
El consenso es que se permitirá que el yuan se aprecie un 6% frente al dólar este año, y la moneda ya ha alcanzado su nivel más alto desde la revaluación de referencia de julio de 2005.
"El gobierno parece haber dado una señal de que utilizará tanto las tasas de interés como el tipo de cambio para combatir la inflación, incluyendo la inflación importada," dijo un corredor de una banco comercial chino de Shenzhen.
Sin embargo, algunos analistas están temerosos de que un duro enfoque de parte de Beijing para calmar la inflación y frenar la economía podría tener repercusiones para el resto del mundo, el cual mira a China como un importante pilar del crecimiento económico.
Ya también, los bonos chinos se han convertido en los de peor desempeño entre los mercados asiáticos, devolviendo sólo un 1.7% en 2010. La Bolsa de Comercio de Shanghai, entretanto, ha estado cayendo un 16% en el año, haciéndolo el peor índice de referencia entre los 21 países del Indice de Mercados Emergentes MSCI.
Michael Pettis, un profesor de economía de la Universidad de Peking, dijo que la inflación se desarmaría naturalmente debido a un "sistema financiero chino severamente reprimido". Explicó que las verdaderas tasas de interés negativas de los bancos chinos ejercerían una "significante presión descendente" sobre el ingreso de los hogares como parte del PBI de China'. "Y al declinar el ingreso de los hogares en relación con el PBI, también lo hace el consumo en relación con el PBI,"dijo.
Mientras tanto, al tiempo que los hogares chinos compran menos, los productores serían espoleados, de nuevo por el bajo costo real de tomar préstamos, para invertir en capacidad fabril. "Cuando el costo de tomar préstamos es negativo en términos reales, las empresas tienden a tomar prestado y producir más, ya que aún no siendo económicamente viable sigue siendo rentable," dijo.
"Hay una estabilización automática para que la inflación nunca termine siendo tan mala como lo esperaría normalmente un monetarista," dijo.
Esto es probable que sea doblemente cierto en 2011, ya que el disponible bancario para dar préstamos ha sido mantenido en 7.5 billones de yuanes (£750 mil millones) para el año y el gobierno estará dispuesto a subir la inversión de cara al próximo plan quinquenal chino en 2012, cuando su próxima generación de líderes ocupen el gobierno.
"Esto, sin embargo, no es un almuerzo gratis" dijo el señor Pettis. "Tiende a ser una compensación de la inflación en los precios al consumidor por una capacidad en exceso e inflación en los precios de los activos. Es bastante claro que esto es lo que estamos viendo en China."