Alegría Pre-vacacional es ciertamente evidente en los mercados financieros
La alegría pre-vacacional es ciertamente evidente en los mercados financieros. El abrumador consenso es que el acuerdo Legislativo de no elevar los impuestos mientras extiende cientos de miles de millones en nuevo estímulo permitirá finalmente que la recuperación se haga presente. Las buenas sensaciones están subrayadas por los informes laborales poco menos que horribles y los modestos frenos en las ejecuciones hipotecarias. Otro punto de optimismo es la continua tendencia alcista del dólar estadounidense, el cual se ha debilitado en los pasados meses, pero que no ha colapsado.
Sin embargo, creo que la supervivencia del dólar permanece tenue y altamente dependiente de factores fuera del control de la dirigencia política de EE.UU. Según lo veo yo, el dólar está atrapado entre cuatro importantes fuerzas: los niveles de deuda de EE.UU., la debilidad del euro, la fortaleza subyacente del yuan y, por último, las amenazas a su estatus privilegiado de moneda de reserva internacional.
En 2010, el gran colapso del dólar estadounidense, el cual muchos de nosotros esperaba ver, no se materializó. En efecto, el dolar experimentó períodos de relativa fortaleza, debido en gran parte a una ausencia de aparente inflación local y a precupaciones acerca no sólo del valor del euro, sino de su supervivencia a futuro. En semanas recientes, ha habido algunas señales de recuperación económica en los Estados Unidos, de creciente inflación en China, y de creciete preocupación por el euro. Como consecuencia, el dólar está terminando el año con algo de viento en sus velas.
Por ahora, los mercados parecían convencidos de que los billones de dólares inyectados en la economía por la Fed y la Administración no serán inflacionarios. Sospecho que este ilógico consenso ha sido posible no en menor grado gracias al éxito del gobierno en disfrazar el real nivel de inflación en los precios al consumidor. Sin embargo, el nivel de deuda del gobierno continúa acelerándose, prometiendo serios problemas más adelante.
Esta realidad quedó en claro debido al recientemente negociado paquete de estímulo/impuestos. El acuerdo no contenía en absoluto ningún compromiso de parte de los republicanos o demócratas para atender los sorprendentes problemas de deuda del país. Pero, en el corto plazo, puede que impulse la moral; y en el presente ambiente, el corto plazo es el único plazo que parece importar.
Creo que el panorama europeo es causa de profunda preocupación. Con las recientes advertencias de mayores descensos en las calificaciones crediticias, parece ahora que el contagio de la deuda europea se está extendiendo. Aún cuando las protestas anti-austeridad se están extendiendo a las calles de Atenas, el escenario de la deuda se está trasladando a España. Recientes informes indican que en 2011, España necesita encontrar financiación para su deuda pública de €171 mil millones, las autoridades locales necesitan un adicional de €28 mil millones, y los bancos españoles necesitan otros €91 mil millones. Esto llega a un total aproximadamente de €290 mil millones, o un 28 por ciento del PBI. Esto es sobre una deuda nacional española que actualmente está en el 53% del PBI, y un marcado incremento sobre el déficit de 2010 del 11.2% del PBI. Este tipo de cifras ya están provocando pedidos para un incremento en el fondo de rescate de la eurozona de €440 mil millones.
Mientras tanto, la economía alemana continúa exhibiendo un fuerte crecimiento, que pronto puede demandar una subida en las tasas de interés del euro. Los estados periféricos del euro encontrarían este extremadamente amenazante. Puede que incluso induzca a una división entre fuertes y débiles y a la creación de una euzona de "dos velocidades". Desacuerdos fundamentales entre el presidente del Banco Central Europeo (ECB) Jean-Claude Trichet y la canciller alemana Angela Merkel están creando una mayor incertidumbre política.
Estos factores puede que hayan causado una importante salida de capitales desde el euro hacia el dólar estadounidense, suavizando lo que deberia haber sido un período mucho más duro para el dólar. Creo que la debilidad del euro está desbaratando el plan del presidente de la Fed Bernanke: devaluar al dólar para inflar la economía y parcialmente erosionar la deuda del Tesoro.
Mientras tanto, en Asia, China ata su yuan al dólar, permitiendo sólo pequeños incrementos en su valor. Para mantener la valuaciones relativas, China debe comprar dólares estadounidenses en el mercado abierto. Al absorber el exceso de liquidez creado por la Fed, China está importando la inflación de EE.UU. Las cifras publicadas a principios de esta semana revelan el peligro. Puede que lleve tiempo, pero las presiones de la inflación local pueden finalmente presuadir a China a que revalúe en 2011. Un yuan revaluado permitirá a China afrontar mejor la compra de las materias primas que necesita para sostener su creciente economía. Causará también una caída precipitada de los estándares de vida en EE.UU. ya que nos veremos forzados a vivir con el resultado de nuestra propia inflación.
Pero nuestros problemas no terminarán allí. China posiblemente buscará condiciones a cambio de acordar una revaluación. China puede demandar que el G-20 acepte su propuesta de remover al dólar de EE.UU. de su privilegiado rol de moneda de reserva mundial. Desde mi punto de vista aventajado, esto dejaría al dólar como un paciente terminal.
Pronosticar el valor relativo del dólar en el corto plazo es un ejercicio extremadamente difícil. Tristemente, la lógica tiene poco arrastre en la actual situación de mercado. Sin embargo, en el largo plazo, creo que la debilidad del dólar socavará el mercado - tal como vimos con las punto com y los bienes raíces. En determinado punto, los fundamentos se harán sentir.
Comentarios de Peter Schiff sobre economía, mercados bursátiles, política y oro. Schiff es el renombrado escritor del bestseller "Crash Proof: How to Profit from the Coming Economic Collapse."
Sin embargo, creo que la supervivencia del dólar permanece tenue y altamente dependiente de factores fuera del control de la dirigencia política de EE.UU. Según lo veo yo, el dólar está atrapado entre cuatro importantes fuerzas: los niveles de deuda de EE.UU., la debilidad del euro, la fortaleza subyacente del yuan y, por último, las amenazas a su estatus privilegiado de moneda de reserva internacional.
En 2010, el gran colapso del dólar estadounidense, el cual muchos de nosotros esperaba ver, no se materializó. En efecto, el dolar experimentó períodos de relativa fortaleza, debido en gran parte a una ausencia de aparente inflación local y a precupaciones acerca no sólo del valor del euro, sino de su supervivencia a futuro. En semanas recientes, ha habido algunas señales de recuperación económica en los Estados Unidos, de creciente inflación en China, y de creciete preocupación por el euro. Como consecuencia, el dólar está terminando el año con algo de viento en sus velas.
Por ahora, los mercados parecían convencidos de que los billones de dólares inyectados en la economía por la Fed y la Administración no serán inflacionarios. Sospecho que este ilógico consenso ha sido posible no en menor grado gracias al éxito del gobierno en disfrazar el real nivel de inflación en los precios al consumidor. Sin embargo, el nivel de deuda del gobierno continúa acelerándose, prometiendo serios problemas más adelante.
Esta realidad quedó en claro debido al recientemente negociado paquete de estímulo/impuestos. El acuerdo no contenía en absoluto ningún compromiso de parte de los republicanos o demócratas para atender los sorprendentes problemas de deuda del país. Pero, en el corto plazo, puede que impulse la moral; y en el presente ambiente, el corto plazo es el único plazo que parece importar.
Creo que el panorama europeo es causa de profunda preocupación. Con las recientes advertencias de mayores descensos en las calificaciones crediticias, parece ahora que el contagio de la deuda europea se está extendiendo. Aún cuando las protestas anti-austeridad se están extendiendo a las calles de Atenas, el escenario de la deuda se está trasladando a España. Recientes informes indican que en 2011, España necesita encontrar financiación para su deuda pública de €171 mil millones, las autoridades locales necesitan un adicional de €28 mil millones, y los bancos españoles necesitan otros €91 mil millones. Esto llega a un total aproximadamente de €290 mil millones, o un 28 por ciento del PBI. Esto es sobre una deuda nacional española que actualmente está en el 53% del PBI, y un marcado incremento sobre el déficit de 2010 del 11.2% del PBI. Este tipo de cifras ya están provocando pedidos para un incremento en el fondo de rescate de la eurozona de €440 mil millones.
Mientras tanto, la economía alemana continúa exhibiendo un fuerte crecimiento, que pronto puede demandar una subida en las tasas de interés del euro. Los estados periféricos del euro encontrarían este extremadamente amenazante. Puede que incluso induzca a una división entre fuertes y débiles y a la creación de una euzona de "dos velocidades". Desacuerdos fundamentales entre el presidente del Banco Central Europeo (ECB) Jean-Claude Trichet y la canciller alemana Angela Merkel están creando una mayor incertidumbre política.
Estos factores puede que hayan causado una importante salida de capitales desde el euro hacia el dólar estadounidense, suavizando lo que deberia haber sido un período mucho más duro para el dólar. Creo que la debilidad del euro está desbaratando el plan del presidente de la Fed Bernanke: devaluar al dólar para inflar la economía y parcialmente erosionar la deuda del Tesoro.
Mientras tanto, en Asia, China ata su yuan al dólar, permitiendo sólo pequeños incrementos en su valor. Para mantener la valuaciones relativas, China debe comprar dólares estadounidenses en el mercado abierto. Al absorber el exceso de liquidez creado por la Fed, China está importando la inflación de EE.UU. Las cifras publicadas a principios de esta semana revelan el peligro. Puede que lleve tiempo, pero las presiones de la inflación local pueden finalmente presuadir a China a que revalúe en 2011. Un yuan revaluado permitirá a China afrontar mejor la compra de las materias primas que necesita para sostener su creciente economía. Causará también una caída precipitada de los estándares de vida en EE.UU. ya que nos veremos forzados a vivir con el resultado de nuestra propia inflación.
Pero nuestros problemas no terminarán allí. China posiblemente buscará condiciones a cambio de acordar una revaluación. China puede demandar que el G-20 acepte su propuesta de remover al dólar de EE.UU. de su privilegiado rol de moneda de reserva mundial. Desde mi punto de vista aventajado, esto dejaría al dólar como un paciente terminal.
Pronosticar el valor relativo del dólar en el corto plazo es un ejercicio extremadamente difícil. Tristemente, la lógica tiene poco arrastre en la actual situación de mercado. Sin embargo, en el largo plazo, creo que la debilidad del dólar socavará el mercado - tal como vimos con las punto com y los bienes raíces. En determinado punto, los fundamentos se harán sentir.
Comentarios de Peter Schiff sobre economía, mercados bursátiles, política y oro. Schiff es el renombrado escritor del bestseller "Crash Proof: How to Profit from the Coming Economic Collapse."